DIETAS, DIETAS, DIETAS (III)
En el último artículo sobre las dietas existentes os prometí hablaros sobre la dieta Dukan, como representativa de las dietas ricas en proteínas. No voy a entrar en detalles sobre esta dieta, quien más, quien menos conoce en qué se basa, como nutricionista os cuento cómo repercute en el organismo.
Según la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas la dieta Dukan “carece de fundamento científico, es fraudulenta, realiza afirmaciones que incumplen la legalidad, atribuye erróneamente capacidad adelgazante a las proteínas dietéticas, contradice los consensos de expertos en obesidad y puede comportar daños para la salud”.
Esta dieta propone un aporte excesivo de proteínas e insuficiente de hidratos de carbono, lo que tiene consecuencias.
Hay un exceso de proteínas que están compuestas por nitrógeno, elemento que en exceso puede producir descalcificación ósea y daños renales. También son ricas en purinas, lo que provoca un aumento de los niveles en sangre de ácido úrico pudiendo llegar a provocar ataques de gota en personas con hiperuricemia.
Como hay un déficit de hidratos de carbono se produce una pérdida de glucógeno, compuesto que constituye parte la reserva energética de nuestro organismo, lo que puede derivar en fatiga, calambres musculares y mareos. Como consecuencia de esta pérdida de energía, se puede producir una pérdida de proteína muscular e incluso proteína visceral, puesto que el organismo la emplea como fuente de energía en caso de que tampoco haya grasa disponible.
El organismo se adapta a la situación y utiliza las grasas como sustrato energético con el fin de evitar la degradación de proteína muscular y visceral. Esto provoca un estado de cetosis, en el que el organismo produce un exceso toxinas, como los cuerpos cetónicos, que son eliminados por el riñón, con la consiguiente sobrecarga, cosa que también ocurre con el hígado, además, como consecuencia de la cetosis se produce halitosis, pérdida de apetito y sensación de náuseas.
Para eliminar esas toxinas el organismo emplea agua, así que esta dieta supone también una gran pérdida de líquidos y electrolitos, lo que favorece la deshidratación y en consecuencia el déficit en vitaminas hidrosolubles.
Importante es el escaso aporte de fibra que favorece el estreñimiento y todos los problemas asociados a él.
Dukan menciona en sus libros el efecto rebote como un inconveniente. Tras una experiencia de fuertes privaciones, nuestro organismo reacciona asimilando mejor las calorías y como previsión ante futuros periodos de escasez de nutrientes, nuestro cuerpo utiliza las breves treguas que le concedemos para recuperar las reservas perdidas. Se pueden recuperar todos los kilos perdidos en poco tiempo e incluso alcanzar un peso superior al de antes de la dieta.
En el plano económico, resulta una dieta cara ya que hay que comprar y consumir grandes cantidades de pescado, carne y marisco, eso incluso no comprando los productos de la marca.
En resumen los riesgos que tienen este tipo de dietas son: debilidad, riesgo de fractura ósea, síndrome metabólico, ganancia de peso a largo plazo, desórdenes gastrointestinales, daño renal, depresión, pérdida de autoestima, alteraciones del comportamiento alimentario.
No deben hacer dietas hiperproteicas niños, adolescentes, mujeres embarazadas, lactantes, ancianos o personas con riesgo de padecer alteraciones hormonales o psicológicas, alteraciones renales, cardiacas, óseas o hepáticas.
Me imagino que para mucha gente priman los resultados a la salud, allá cada cual con sus decisiones, desde aquí os aconsejo fervientemente una dieta equilibrada y variada acompañada de ejercicio físico. Los milagros a Lourdes…y a veces, ni eso.
MªÁngeles Cano
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
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Comments (2)
Excelente artículo. Me gustaría saber tu opinión sobre otras dietas proteinadas diferentes a la Dukan, las que se complementan con preparados proteicos en forma de batidos, flames, sopas, etc.
Yo estoy haciendo la dieta proteinada calyform. No tengo hambre, pierdo volumen y de momento, no recupero el peso perdido.
Espero tu opinión. Gracias!
Para eliminar esas toxinas el organismo emplea agua, así que esta dieta supone también una gran pérdida de líquidos y electrolitos, lo que favorece la deshidratación y en consecuencia el déficit en vitaminas hidrosolubles.